Siempre quise saber lo que pensaban los demás, si quizás miraban las mismas cosas que yo, o qué era precisamente lo que estaba pasando dentro de sus cabezas cuando simplemente caminaban...
Pensando así salí de mi casa, tratando de estar hasta en la mente de los perros que se cruzaban en el camino, me costaba entender sus formas de realizar las cosas y descubrí que siendo un simple espectador de acciones podía descubrir mil cosas, así como alguien que ve una película predecible puede adivinar cómo será el final de la historia. En ese momento decidí dejar de hablar, quizás el mundo de mis palabras no me permitía comprender al resto y me quede allí sentada en una banca, allí pensando en pensamientos, disfrutando de el sonido del "Silencio", ese absurdo y fiel sonido, era mí silencio en el cual podía envolver al mundo o quizás era sólo yo misma envolviéndome con lo que tenía a mi alrededor, empapándome de historias que divagan en el aire, sin nada en mente, sólo estando allí con la certeza de existir...
Fue justo en ese trance de tranquilidad cuando llegó a mi una voz extraña e irreconocible, un extraño pero dulce "Te quiero", una voz de ultratumba distinta de este mundo, y me pregunté ¿Quién habrá sido?... Levanté la mirada pero sólo ví a desconocidos, uno pensaba en lo que debía estudiar, otro en las cosas que debía hacer en casa... ¡Oh! ¡He entrado a la mente de otros! Todos piensan en cosas muy distintas a mi y más de alguno piensa en qué es lo que hago aquí tan sola... Y otra vez ese Te quiero estremecedor, aún no puedo saber de quién es esa voz, levanté la mirada nuevamente y ahí estaba mirando fijo, con una mirada que me parecía familiar e irreconocible, y yo también lo miré preguntando ¿Acaso sabes quién estaba diciendo Te quiero? con cara de asombrado y en subtítulos sólo dijo: Era yo...
Loreto GarcíaPensando así salí de mi casa, tratando de estar hasta en la mente de los perros que se cruzaban en el camino, me costaba entender sus formas de realizar las cosas y descubrí que siendo un simple espectador de acciones podía descubrir mil cosas, así como alguien que ve una película predecible puede adivinar cómo será el final de la historia. En ese momento decidí dejar de hablar, quizás el mundo de mis palabras no me permitía comprender al resto y me quede allí sentada en una banca, allí pensando en pensamientos, disfrutando de el sonido del "Silencio", ese absurdo y fiel sonido, era mí silencio en el cual podía envolver al mundo o quizás era sólo yo misma envolviéndome con lo que tenía a mi alrededor, empapándome de historias que divagan en el aire, sin nada en mente, sólo estando allí con la certeza de existir...
Fue justo en ese trance de tranquilidad cuando llegó a mi una voz extraña e irreconocible, un extraño pero dulce "Te quiero", una voz de ultratumba distinta de este mundo, y me pregunté ¿Quién habrá sido?... Levanté la mirada pero sólo ví a desconocidos, uno pensaba en lo que debía estudiar, otro en las cosas que debía hacer en casa... ¡Oh! ¡He entrado a la mente de otros! Todos piensan en cosas muy distintas a mi y más de alguno piensa en qué es lo que hago aquí tan sola... Y otra vez ese Te quiero estremecedor, aún no puedo saber de quién es esa voz, levanté la mirada nuevamente y ahí estaba mirando fijo, con una mirada que me parecía familiar e irreconocible, y yo también lo miré preguntando ¿Acaso sabes quién estaba diciendo Te quiero? con cara de asombrado y en subtítulos sólo dijo: Era yo...
09/10/09
bonito texto, hace mil que no escribías! =)
ResponderEliminares como buscar que es lo quiere el ser humano, pero es complicado, Freud murió intentando saber algo parecido..-